Juicio y castigo a los represores de ayer y hoy!
¡Basta de impunidad patronal!
¡Por una Asamblea Obrera y Popular!
El “bicentenario” es una farsa. Los patrones y sus políticos quieren engañar a la clase trabajadora, a los pobres, al movimiento estudiantil y a los mapuche, con su discurso de la “unidad nacional”. Pero hay 33 mineros enterrados en San José. 34 mapuche están en huelga de hambre –dos de ellos son menores de edad. Miles de funcionarios públicos son despedidos. Y los estudiantes que se manifiestan contra las medidas privatizadoras del ministro Lavín, son duramente reprimidos.No hay nada que celebrar. El Chile del “bicentenario” es un Chile a imagen y semejanza de la patronal neoliberal. Es un Chile moldeado por la dictadura pinochetista, que masacró a los luchadores obreros y populares, y por la Concertación que sirviéndose de la democracia para ricos, profundizó el neoliberalismo. Es un Chile administrado por la derecha y los “gerentes”, que preparan una mayor privatización de la salud y de la educación y nuevos ataques flexibilizadores contra los trabajadores. Un Chile en el que todo sube, menos los sueldos. Es un Chile en el que los agentes de la dictadura asoman la cabeza.
Los principales dirigentes de la clase trabajadora y los oprimidos, del PC y la Concertación, han sido un obstáculo para detener el abuso patronal. Por ejemplo, no impulsaron ninguna acción concreta de solidaridad con los mineros enterrados –como podría haber sido un paro de un día-, dejando la iniciativa plenamente en manos de la patronal y su gobierno. Gracias a esto, la clase patronal ha encontrado márgenes para anunciar posibles despidos en la minería. Antes, no movieron un dedo ante el mísero aumento del sueldo mínimo. Ahora se han puesto a la cabeza de algunas luchas (ANEF, secundarios), pero sin coordinarlas entre sí, sin impulsar la organización en las bases, cuando lo que está planteado es unificar a todos los que luchan.
Hace falta una alternativa. Una Izquierda Obrera y Socialista, un Partido de Trabajadores Revolucionario. Clase contra Clase lucha por esa perspectiva. También hace falta exigir juicio y castigo a los represores de ayer y hoy, constituyendo una comisión investigadora en base a organismos de DDHH, sindicatos y movilizaciones. Parar la impunidad patronal fortaleciendo y expandiendo los sindicatos, con cuerpos de delegados en cada lugar de trabajo, que sean los que velen también, por la seguridad laboral. Luchar contra la carestía de la vida, con un sueldo mínimo igual a la canasta básica, de $360.000. Acabar con la subcontratación y los salarios de hambre. Rechazar cualquier intento de despedir en la minería u otro sector. Exigir salud y educación gratuitas, al servicio de los trabajadores y el pueblo pobre. Todo esto será posible luchando por un Pliego Único de Demandas, y por una Asamblea Obrera y Popular que selle la unidad de trabajadores oprimidos.
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Registro Obreo.
Desde la perspectiva de la clase obrera.
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Trabajadores al poder